Le tome una selfie a mi ser para que me pudieras conocer.

¡Encantada! Me llamo Alejandra.

Soy una embajadora de las virtudes de mi madre, una defensora de la libertad, contempladora de la naturaleza, recaudadora de fotos, música, películas, frases y filosofía que inyecten de optimismo y alegría mí día a día.  Soy una seguidora incesante de la esperanza y amo entregársela a quienes la creen perdida. 

 

Aunque he llevado más de dieciocho años de mi vida desempeñándome como profe, Yo me declaro una aprendiz empedernida de la vida y de las personas que a través de nuestras profundas conversaciones y  en el transcurrir de los días me muestran las partituras con que hacen bailar sus almas, las letras con que describen su ser y la luz que destilan hasta iluminarme y confrontarme con mi hacer.  

 

Quizás sea esa la razón por la que la filosofía me encontró y me convenció de que la incluyera como parte de mi pasión, a tal punto que no sólo me titulé como Licenciada en filosofía, sino que además la conecté con mi vocación de inducir a los jóvenes a reflexionar sobre su Ser y estar aquí...

 

De ahí, que en mis encuentros con otros, la pregunta sea la protagonista y antagonista de una buena conversación ya que a través de ella podemos liberar  la luz que habita en nuestro ser y abrazar las sombras que desvían nuestro haSer (para mi cada hacer esta impregnado de nuestro Ser por eso lo escribo con S).

 

 

Sin duda alguna, mi alianza con la filosofía ha sido una gran idea, me valgo de la  mayéutica socrática para que cada quien encuentre su respuestas y por qué no, termine escribiendo sobre sus reflexiones, sin darse cuenta.

 

Te preguntarás que me trajo hasta aquí?.

Hace  tiempo quise crear un Colegio donde los chic@s no llegaran sólo a ser contenedores de historia, formulas químicas, datos estadísticos y matemáticos etc. Sino que el colegio fuera un espacio conversacional  donde se hablara de temas y problemáticas que realmente interesan a esa edad y que a futuro pueden aportar significativamente a la sociedad.

 

En fin, quería crear un cole que durante su jornada NO tuviera descanso (recreo) porque llegar allí ¡ya era un descanso!.

 

Un cole donde no se calificara sino que cada quien, de acuerdo a sus intereses y voluntad experimentara su propia creatividad en lugar de tener que enfrentarse a la tortura que produce el calificar.

 

De hecho, ese fue uno de los motivos por el cual tome la decisión de no seguir en la caverna (institución) y aprovechar las bondades que hoy me da la tecnología para crear mi  propio espacio en Instagram,  que sí haces click allí, lo conocerás..

 

Ahora, si deseas  seguir leyendo más de mí y  saber en qué quedo este rollo que  me trajo hasta aquí, sigue leyendo para que veas porque digo que a pesar de haber sido profesora por mucho tiempo, me declaro una aprendiz.

 

Realicé una maestría en Alta Dirección de Servicios Educativos. Tenía claro que para proponer un cambio al modelo de  educación en el que me encontraba y materializar mi idea de cole, debería crear. 

 

Crear es darte la posibilidad de  transformar lo que no estás dispuesto a darle más continuidad.

 

Inicié este estudio con el firme propósito de saber por dónde debía empezar a materializar ese deseo de crear un servicio educativo que pudiera motivar a otros a  experimentar su capacidad creativa, reflexiva y crítica.

 

Estando en la maestría me di cuenta que aquella idea de crear un cole así, se esfumaba con los esquemas dogmatizados de un sistema educativo tradicionalista que restringe cualquier tipo de aprendizaje activista.

 

 

Así que como una buena Tauro, “terca” por convicción y  determinada por decisión, dije bueno… pague 20 millones de pesos para saber que ese colegio aquí, en mi país todavía no puede ser.

 

Decidí seguir escribiendo y hablando con amigos, colegas y uno que otro vecino sobre mi deseo.  Sabía que esto algún día tendría efecto.

 

Con el pasar del tiempo me llego el Amor. conocí a mi amorchis (esposo) y él conoció este deseo, escuchaba atentamente cada uno de mis diálogos internos que con él se hacian externos y observaba como mi rostro se iluminaba cuando hablaba de todo este cuento.

 

Así fue como al  encontrarnos los dos, me di cuenta, gracias a él, que este deseo no había muerto sino que sólo había quedado pospuesto. 

 

Un día mi amorchis me preguntó: tu qué haces con lo que escribes? Que tal si aprovechas que soy informático y te ayudo a crear una página o blog para que des a conocer todo esto?  

 

La verdad me sorprendí, me reí con timidez y me callé. Pensé  ¡definitivamente este es el hombre que yo me merezco! ¡ lo quiero en mi vidaaaa!

 

Así que sin dudarlo le asigne el cargo de mi manager personal, lo hospede en  mi vida y patentamos ese maravilloso encuentro con un lindo hijo. 

 

Pero es que...¿Quién no se enamora de un hombre que ve en ti  grandeza, cuando tu solo sientes vergüenza de recibir tan generosa propuesta?.

Con el pasar del tiempo me di cuenta que esta idea tomaba forma nuevamente, pero estaba en un país diferente, emigré.

 

Estando en este nuevo lugar, me dije tengo que estudiar otra cosa que retro alimente mi saber para poder identificar el camino de cómo hacer  llegar está inicitativa de promover un pensamiento creativo, reflexivo y crítico  dónde la gente active su poder de decisión para crear y sobre todo conectar con su LIBERTAD 🗽.

 

De modo que como aderezo a mi vocación me hice Coach Profesional y justo cuando pensé que ya iba dejar un poco de aprender, este último estudio me permitió hacer un extra más, una Especialización, gratuita, en Mediación Familiar.

 

¿Ahora comprendes el porqué me considero una aprendiz de la vida? Aunque desde los 19 años de edad he estado combinando mis estudios con mi trabajo aún a mis 41 años sigo buscando nuevas formas de aprender para donar  mi aporte creativo a la humanidad.  

 

Te puedo decir que hoy he experimentado de manera más consciente mi poder decisivo para crear. Salir de la zona conocida me llevo a reflexionar y valorar mis ideas creativas hasta encontrar un modo de   donarme a la sociedad.

 

No tuve más alternativa que aferrarme a un lápiz, coger mis ideas y sembrarlas en una hoja de papel. Lo cual ha sido fascinante porque empecé a recordar quien soy, que puedo hacer, que tengo para dar y crear la forma de cómo lo puedo hacer.   

 

Estar abierta a aprender me ha ayudado a encontrarme no solo conmigo misma, sino también con personas y situaciones que han amplificado mi vida y me han llevado a reconocer lo determinada y segura  que soy  cuando tengo que  tomar una decisión  trascendental para crear mi propia realidad de vida en completa libertad.

 

Este anhelo  de donarle un espacio diferente a la humanidad se despertó cuando siendo joven conocí a los primeros peques que impactaron mi Ser a primera vista: mis ex-estudiantes, que yo realmente los considero mis compañeros de viaje.

 

Aunque también debo confesar que ese deseo se densificó en mi  Ser,  cuando mi amorchis y  yo, la aprendiz, conocimos al maestro: Nuestro deseado y anhelado hijo Gabriel.